Desde de principio de curso tenemos en clase una planta, un poto, al que decidimos llamar Marihoja. Cuidamos mucho que tenga bastante luz y por eso lo tenemos al lado de la ventana y además procuramos que no pase sed. Con la llegada de la primavera nos dimos cuenta que Marihoja necesitaba más espacio para crecer y por eso estuvimos trasplantándola en una maceta mayor. Al trasplantarla una ramita se rompió y la pusimos en agua para "observar qué pasaba".
Con el tiempo a esa ramita le salieron raíces y entonces:
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